Pautas para enseñar a los pequeños a solucionar los conflictos
Un conflicto puede entenderse como una situación o circunstancia que implica un problema o una dificultad.
Lo habitual es que el conflicto produzca sentimientos negativos como incomodidad, mal humor, impotencia, ansiedad, etc. Y puede provocar enfrentamientos, situaciones de discrepancia y tensión.
El conflicto por lo tanto suele ser valorado como algo negativo que tiende a evitarse. Pero un conflicto puede entenderse como una oportunidad de aprendizaje. Es una oportunidad para aprender habilidades sociales y competencias de negociación, de empatía, respeto, negociación, escucha y toma de decisiones, entre otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario