jueves, 26 de noviembre de 2015

Consecuencias de una educación excesivamente autoritaria

Consecuencias de una educación excesivamente autoritaria

¿ Educación autoritaria ?

Es conocido por la mayoría lo que provoca una educación indiferente y permisivo. Pero no siempre se habla de las consecuencias de un estilo educativo excesivamente autoritario. En este último, los padres tienen grandes expectativas y objetivos para sus hijos, en la mayoría de los casos imponiéndolos a su modo, pero no les explican los límites y las maneras de alcanzarlo. Le dan demasiada importancia a cumplir las normas, ofrecen poca flexibilidad y además, en pocos casos están dispuestos a mantener un diálogo abierto con los niños. Muchos de ellos, educan a sus hijos de forma que siempre le dicen lo que tienen que hacer, sin dejarles que sean ellos los que elijan. Por lo tanto, son bastantes niños que ven a sus padres como personas estrictas, poco comprensivos, poco empáticos y con los que no se puede mantener una conversación.
¿Qué consecuencias provoca este estilo educativo a los más pequeños? Pues al igual que una educaciónindiferente o permisiva, nada bueno:
  • El estilo educativo demasiado autoritario podría causar un miedo irracional a los niños. Miedo a hablar con ellos, a comentarles cualquier cosa, miedo a fracasar y a equivocarse. Miedo a no hacer las cosas que quieren los adultos.
  • La excesiva autoridad provoca inseguridad: los niños, lo absorben todo y en muchas ocasiones son conscientes de que sus padres esperan mucho de él, tienen altas expectativas. Esto causa nerviosismo, malestar e incluso puede generar episodios de ansiedad provocados por querer satisfacer siempre a los adultos.
  • Poca autonomía e independencia: muchos de estos hijos, no tienen autonomía para poder escoger lo que verdaderamente quieren hacer. Muchas veces son obligados por los propios padres a seguir con los objetivos que ellos mismos han propuesto.
  • Una presión que puede generar enfermedades y malestar: los hijos de padres excesivamente autoritarios, sufren muchísima presión en su día a día. Esto puede provocar que bajen sus defensas, que estén más expuestos a enfermedades respiratorios y a tener depresión infantil.
  • Poca o nula inteligencia emocional: en la mayoría de los casos, estos niños no saben gestionar sus propias emociones. Pueden llegar a los dos extremos: pueden concentrar una rabia y un odio inmenso hacia sus padres o por el contrario, pueden desarrollar sumisión, conformismo o indiferencia hacia los adultos. Cabe destacar que, evidentemente, ningún extremo es bueno para nadie, y mucho menos en estas situaciones.
  • Por supuesto, los niños podrían desarrollar una autoestima baja: en este caso, estos niños no se sienten motivados a seguir con su aprendizaje ni a vivir experiencias nuevas. Se sienten inseguros, y eso, obviamente, podría generar una autoestima baja y a un pobre concepto de sí mismos.
  • La excesiva autoridad podría generar pocas competencias sociales: en un futuro, los niños que han sentido demasiada autoridad en su educación, podrían no desarrollar habilidades sociales. Podrían no saber hablar con las demás personas, podrían no ser conscientes de la realidad de la sociedad.
  • Este estilo educativo, podría dificultar la toma de decisiones: al no haber sido niños autónomos e independientes y al no haber tenido la oportunidad de resolver sus propios conflictos, se sentirán indecisos cuando dentro de unos años tengan que tomar una decisión importante para ellos y puede que incluso, se sientan increíblemente perdidos.
educar, educación, aprender

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