jueves, 3 de octubre de 2013

Disfrutar de un tiempo de calidad con nuestros hijos

Disfrutar de un tiempo de calidad con nuestros hijos
Todos los padres y madres preocupados por la educación y la estimulación de sus pequeños se preguntan muchas veces:
- ¿Qué actividades puedo planificar con mi niño/a para este fin de semana?
Como respuesta yo les diría que no es necesario planificar nada para poder disfrutar de un tiempo de calidad con nuestros hijos.
Disfrutar de un tiempo de calidad con nuestros hijos
Existe una gran demanda por parte de la escuela y por parte de la sociedad de “estimulación”, muchas veces madres y padres se preguntan que es lo que podrían hacer para pasar un tiempo con sus hijos en el cual se les ofreciesen oportunidades de ocio que estimulasen sus intereses.
No es necesario planificar un fin de semana con escapada a la montaña para que conozcan la fauna y la flora, tampoco llevarlos al mar para que contemplen los peces o disfruten realizando castillos de arena, ni realizar una visita al zoológico para que observen los animales salvajes tiernamente domesticados… no es necesario todo ello.
Aunque sí, es interesante y está bien que las familias en algún momento durante el año lo hagan. Pero no dejo de pensar que nuestros pequeños llevan un ritmo acelerado de vida.
Durante la semana están sujetos a estrictos horarios en los cuales se les demanda la capacidad de asimilación de un adulto, se les pide que estén preparados para llegar puntuales al colegio, seguir todas las clases, realizar actividades extraescolares, hacer los deberes…
Nuestro sistema educativo, nuestra sociedad los esta llevando a vivir de forma rápida, los está preparando para saber tanto de todo… para ser tan expertos en lengua, en mates, en conocimiento del medio, en inglés, en francés, en plástica, en ciencias, en nuevas tecnologías, en bailes, en teatro…  Tanto de todo, que a veces más es menos.
Lo que de verdad necesitan nuestros niños, lo que de verdad debemos ofrecerles es un espacio donde puedan disfrutar del adulto de forma incondicional, donde puedan disponer de una oportunidad para hacer lo que realmente ellos quieren hacer con el adulto.
Debemos valorar la figura que somos para el niño, y las necesidades que ellos demandan, necesitan que estemos para escucharlos, para disponer de un tiempo en el cual podamos mirarlos a los ojos y comprender que la medida del amor, es el amor sin medida.
Estar en casa juntos, compartiendo un juego de mesa, leyendo cuentos en voz alta, contándonos historias, preparando la comida, eligiendo una buena película para ver en familia, dar un paseo tranquilo, hablar de nuestras preocupaciones de forma abierta y sin miedo, tumbarnos en la cama y levantarnos tarde pero abrazados los unos a los otros…
Eso sí es calidad, sí es pasar tiempo con nuestros hijos, es detener el ritmo acelerado que llevamos, dedicarnos los unos a los otros, ese es el amor incondicional que debemos valorar.
    
Clara Lapeña Abadía.  Maestra de educación infantil

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