Son muchas las ocasiones en las que los pequeños retan las normas que les ponemos los adultos y actúan desobedeciendo. Su respuesta en un no por sistema y hacen lo que les da la gana.
Los adultos somos los encargados de enseñar a los más pequeños lo que pueden y no pueden hacer. Nuestra labor es ponerles límites y normas que contribuyan a su bienestar. En este proceso es normal que los niños y niñas experimenten y pongan a prueba nuestra autoridad, es algo lógico ya que están formando su identidad y personalidad. Están probando hasta donde pueden llegar y cuál será la consecuencia de sus actos.
Por eso es importante entender la situación y mantener la calma, aunque estos comportamientos puedan llegar a desesperarnos.
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